Explica el escritor de Hebreos 9:3-5:

“Tras el segundo velo estaba la parte del tabernáculo llamada el Lugar Santísimo, el cual tenía un incensario de oro y el arca del pacto cubierta de oro por todas partes, en la que estaba una urna de oro que contenía el maná, la vara de Aarón que reverdeció, y las tablas del pacto; y sobre ella los querubines de gloria quecubrían el propiciatorio; de las cuales cosas no se puede ahora hablar en detalle”.

Vemos pues, que tres cosas había en el arca, y no una sola, a saber: maná, la vara de Aarón y las tablas del pacto. Las tres, y no una sola, testificaban las obras poderosas hechas por Jehová Dios a favor de Israel.

El maná.

“pan del cielo” (Éxodo 16:4; Juan 6:31) que daba testimonio a la provisión sobrenatural para la alimentación del pueblo en el desierto.

La vara de Aarón.

“señal” divina de la selección de Aarón y sus descendientes como la tribu sacerdotal. “Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras. Entonces sacó Moisés todas las varas de delante de Jehová a todos los hijos de Israel; y ellos lo vieron, y tomaron cada uno su vara. Y Jehová dijo a Moisés: Vuelve la vara de Aarón delante del testimonio para que se guarde por señal a los hijos rebeldes” (Números 17:8-10).

Las dos tablas e de la ley.

Las “tablas de la ley”, específicamente identificadas como las “dos tablas del testimonio”. Dios “dio a Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios” (Éxodo 31:18). ¿Y por qué “del TESTIMONIO”? Obvia y lógicamente porque su escritura milagrosa daba “testimonio” irrebatible al hecho de ser Jehová Dios el autor de toda la ley dada en Sinaí.

Los querubines.

En cada extremo de éste había un querubín labrado en oro puro y macizo. Sus rostros estaban dirigidos el uno frente al del otro, y contemplaban con reverencia hacia abajo en dirección del propiciatorio, para representar a todos los ángeles celestiales que contemplan con interés y reverencia la ley depositada en el arca del santuario celestial. Estos querubines tenían alas. Una de ellas se extendía hacia lo alto, mientras la otra cubría su cuerpo. Esto ocurría con cada ángel. El arca del santuario terrenal era una réplica de la verdadera arca del cielo. Allí, al lado del arca celestial, se mantienen de pie los ángeles vivientes, a cada extremo del arca, cada uno de los cuales cubre el propiciatorio con una de sus alas, elevándolas hacia lo alto, mientras con la otra cubren sus cuerpos en señal de reverencia y humildad. – {HR 156.3}

La posición de los querubines, con la cara vuelta el uno hacia el otro y mirando reverentemente hacia abajo sobre el arca, representaba la reverencia con la cual la hueste celestial mira la ley de Dios y su interés en el plan de la redención. – {CES 29.3}

El gran original esta en cielo.

“Fue abierto el templo de Dios en el cielo, y fue vista en su templo el arca de su pacto”. Apocalipsis 11:19 (VM).

El arca del pacto de Dios está en el lugar santísimo, en el segundo departamento del santuario. En el servicio del tabernáculo terrenal, que servía “de mera representación y sombra de las cosas celestiales”, este departamento solo se abría en el gran día de las expiaciones para la purificación del santuario. Por consiguiente, la proclamación de que el templo de Dios fue abierto en el cielo y fue vista el arca de su pacto, indica que el lugar santísimo del santuario celestial fue abierto en 1844, cuando Cristo entró en él para consumar la obra final de la expiación. Los que por fe siguieron a su gran Sumo Sacerdote cuando dio principio a su ministerio en el lugar santísimo, contemplaron el arca de su pacto. Habiendo estudiado el asunto del santuario, llegaron a entender el cambio que se había realizado en el ministerio del Salvador, y vieron que este estaba entonces oficiando como intercesor ante el arca de Dios, y ofrecía su sangre en favor de los pecadores. – {CS 429.1}

Se le permitió al profeta contemplar el primer departamento del santuario en el cielo; y vio allí las “siete lámparas de fuego” y el “altar de oro” representados por el candelabro de oro y el altar de incienso en el santuario terrenal. De nuevo, “fue abierto el templo de Dios” (Apocalipsis 11:19, VM), y miró hacia adentro del velo interior, el lugar santísimo. Allí vio “el arca de su pacto”, representada por el cofre sagrado construido por Moisés para guardar la ley de Dios. – {CS 410.1}

Por Rafael Diaz

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1 Comment

  • William triana 8 años ago

    Me gustaría saber que escrito comprueba q estaban estos 3 elementos en el arca de el pacto
    Gracias