LA ORDENACIÓN DE MUJERES NO ES BÍBLICO

No se trata de machismo, ni menosprecio hacia la mujer; se trata de orden establecido por Dios. Dios es un Dios de orden (1 Corintios 14:40), y la iglesia se debe sujetar a ese orden.

Desde Génesis hasta Apocalipsis no encontramos mujeres sacerdotisas o pastoras del pueblo de Dios, lo que si encontramos en mujeres liderando al pueblo en la esfera civil, por ejemplo tenemos a Débora y Ester eran reinas en la esfera civil y política del pueblo, mientras que los sacerdotes eran solo hombres, aquí tenemos la base para rechazar la ordenación de mujeres.

La palabra de Dios deja bien en claro que pastores deben de ser solo hombres, no mujeres (Efesios 4:11), existen roles y privilegios que son solo exclusivos de los hombres, por ejemplo Jesus escogió doce apóstoles, y ninguno fue una mujer, aunque hubieron mujeres piadosas que podían ejercer el cargo, pero vemos que Dios eligió solo a hombres (Lucas 6:12-16). Esto también lo vemos con los doce patriarcas de las doce tribus de Israel, estos fueron solo hombres, aunque habían mujeres entre sus hermanos (Génesis 49:1-27).

Esto no es ninguna discriminación, reconocemos que las mujeres son capaces de ejercer muchos privilegios, y que son tan importantes como el ministerio. Pero la ordenación al ministerio carece de apoyo Bíblico, no encontramos ninguna referencia bíblica que nos indique que una mujer puede ser pastora, anciana o sacerdotisa; estos son roles y privilegios exclusivos solo del hombre; siempre que la Biblia usa la palabra anciana se refiere a mujeres de edad, eso se nota de acuerdo el contexto y la versión de Biblia que lea (1Timoteo 5:2; Tito 2:3).

Por otro lado la ordenación de mujeres un un ataque al principio de “Sola Escritura”, un principio que heredamos de la reforma protestante del siglo XVI, el cual sostiene que toda enseñanza debe de sostenerse solo con la Escritura.

Los siguientes citas demuestran que el liderazgo de la iglesia recae en los hombres. (1 Timoteo 2:11-14; cf. 3:1-7; 1 Corintios 14:34,35; Efesios 5:22-33; Colosenses 3:18,19; 1 Pedro 3:1-7 y Tito 1:5-9).

Por otro lado, muchos quieren adaptar la Biblia a la lógica y a la razón, para apoyar ciertas corrientes en pro a la ordenación de mujeres al ministerio, Los teólogos liberales les fascina manipular la Biblia para apoyar estas corrientes neoliberales feministas, los cual es un ataque frontal al género establecido por Dios.

“Quisiera agregar además que la Hna. White fue personalmente muy cuidadosa en relación al asunto de ordenar mujeres como ministros del evangelio. A menudo ella habló de los peligros a los que estaría expuesta la iglesia por esta práctica, frente a un mundo opuesto a esto. Debo decirle que nunca he visto una declaración proveniente de su pluma en la que recomiende, en forma oficial y formal, la ordenación de mujeres al ministerio evangélico, para realizar las labores públicas que se esperan de un ministro ordenado”. – {HD 254.3}

Elena White explica con claridad el papel de la mujer en la iglesia.

“Aquellas damas que tienen voluntad de consagrar algo de su tiempo para el servicio a Dios, debieran ser elegidas para visitar a los enfermos, atender a los jóvenes y ministrar a los pobres. Debieran ser separadas para esta tarea por la oración y la imposición de manos. En algunos casos necesitarán el consejo de los dirigentes de la iglesia o del pastor. Pero si son mujeres consagradas que mantienen una comunión vital con Dios, serán un poder para el bien de la iglesia. Este es otro medio para fortalecer y hacer crecer la iglesia”.—The Review and Herald, 9 de julio de 1895. – {HD 248.4}

“Varias mujeres fueron ordenadas como diaconisas durante el tiempo del ministerio de Elena G. de White en Australia. El 10 de agosto de 1895, la comisión de nombramientos de la Iglesia de Ashfield en Sídney, presentó un informe que fue aprobado. Las actas del secretario declaraban: “Inmediatamente después de la elección, los nuevos dirigentes fueron llamados a la plataforma, y los pastores Corliss y McCullagh apartaron al anciano, los diáconos y las diaconisas por la oración y la imposición de manos”. – {HD 248.5}

Es más que claro, la ordenación de mujeres no posee base bíblica, y solo se puede defender de acuerdo a las opiniones personales de los teólogos liberales pro ordenación. La ordenación de mujeres proviene de la cuna de Babilonia, el pueblo de Israel no tenía sacerdotisas, esa práctica solo era de las naciones paganas, por ejemplo Semiramis mujer de Ninrod era una sacerdotisa.

“Como adventistas del séptimo día, colocamos por encima de las costumbres y tradiciones el sencillo: “Así dice Jehová;” y por esta razón no estamos ni podemos estar en armonía con las multitudes que enseñan y siguen las doctrinas y los mandamientos de los hombres”. – {2JT 130.3}

Autor Rafael Díaz

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