Un tiempo de angustia antes que termine el tiempo de prueba
En la página 33 [de Primeros escritos] se lee lo siguiente: “[…] Al comenzar el tiempo de angustia, fuimos henchidos del Espíritu Santo cuando salimos a proclamar más plenamente el sábado”. {EUD 123.1}
Esta visión fue dada en 1847 cuando eran muy pocos los hermanos adventistas que observaban el sábado, y de estos eran aun menos los que suponían que su observancia era de suficiente importancia para trazar una separación entre el pueblo de Dios y los incrédulos. Ahora se comienza a ver el cumplimiento de esa visión. El comienzo “del tiempo de angustia” mencionado entonces no se refiere al tiempo cuando comenzarán a ser derramadas las plagas, sino a un corto período precisamente antes que caigan, mientras Cristo está en el Santuario. En ese tiempo, cuando se esté terminando la obra de la salvación, vendrá aflicción sobre la tierra, y las naciones se airarán, aunque serán mantenidas en jaque para que no impidan la realización de la obra del tercer ángel.—Primeros Escritos, 85 (1854). {EUD 123.2}
El fin de la libertad religiosa en los Estados Unidos
La ley de Dios ha de ser invalidada por los instrumentos de Satanás. En nuestro país que se jacta de la libertad, se acabará la libertad religiosa. Se definirá el conflicto sobre la cuestión del sábado, y esto conmoverá a todo el mundo.—El Evangelismo, 175-176 (1875). {EUD 124.1}
Una gran crisis aguarda al pueblo de Dios. Muy pronto nuestra nación intentará imponer sobre todos la observancia del primer día de la semana como un día sagrado. Al hacerlo no tendrán escrúpulos de obligar a los hombres, contra la voz de su propia conciencia, a observar el día que la nación declara como día de reposo.—The Review and Herald, 11 de diciembre de 1888. {EUD 124.2}
Los adventistas del séptimo día pelearán la batalla por el día de reposo del séptimo día. Las autoridades en los Estados Unidos y en otros países se levantarán en su orgullo y poder y promulgarán leyes para restringir la libertad religiosa.—Manuscrito 78, 1897. {EUD 124.3}
Los protestantes de los Estados Unidos serán los primeros en tender las manos a través de un doble abismo al espiritismo y al poder romano; y bajo la influencia de esta triple alianza ese país marchará en las huellas de Roma, pisoteando los derechos de la conciencia.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 645 (1911). {EUD 124.4}
La iglesia y el estado se oponen al pueblo de Dios
Todos los que no se sometan a los decretos de los concilios nacionales y obedezcan las leyes nacionales que ordenan exaltar el día de reposo instituido por el hombre de pecado, por encima del día santo de Dios, sentirán, no solamente el poder opresivo del papado, sino también el del mundo protestante que es la imagen de la bestia.—Mensajes Selectos 2:436 (1886). {EUD 124.5}
Aquellos cuerpos religiosos que rehúsen oír los mensajes de advertencia de Dios, estarán dominados por fuertes engaños y se unirán con el poder civil para perseguir a los santos. Las iglesias protestantes se unirán con el poder papal para perseguir al pueblo de Dios que guarda los mandamientos […]. {EUD 124.6}
Esta potencia semejante a un cordero se unirá al dragón para guerrear contra los que guardan los mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesucristo.—Manuscript Releases 14:162 (1899). {EUD 125.1}
La iglesia apelará al brazo poderoso de la autoridad civil y en esta obra los papistas y los protestantes irán unidos.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 665 (1911). {EUD 125.2}
Ante los tribunales
Aquellos que vivan durante los últimos días de la historia de esta tierra, sabrán lo que significa ser perseguidos por causa de la verdad. La injusticia prevalecerá en los tribunales. Los jueces se negarán a escuchar las razones de los que son leales a los mandamientos de Dios, porque saben que los argumentos en favor del cuarto mandamiento son irrefutables. Dirán: “Tenemos una ley, y por nuestra ley debe morir”. Para ellos la ley de Dios no significa nada. “Nuestra ley” es suprema para ellos. Aquellos que respeten esta ley humana serán favorecidos, pero no se les mostrará ningún favor a los que no se inclinen ante el ídolo del [falso] día de reposo.—The Signs of the Times, 26 de mayo de 1898. {EUD 125.3}
Cuando seamos llevados ante los tribunales, tendremos que renunciar a nuestros derechos, a menos que esto nos ponga en conflicto con Dios. No estamos pidiendo que se reconozcan nuestros derechos, sino que se reconozca el derecho de Dios de recibir nuestro servicio.—Manuscript Releases 5:69 (1895). {EUD 125.4}
Los adventistas serán tratados con desprecio
La misma mente magistral que maquinó contra los fieles en siglos pasados sigue procurando librar la tierra de aquellos que temen a Dios y obedecen su ley […]. {EUD 125.5}
La riqueza, el genio y la educación se combinarán para cubrirlos de escarnio. Gobernantes perseguidores, ministros de la religión y miembros de las iglesias conspirarán contra ellos. De viva voz y por la pluma, con jactanciosas amenazas y el ridículo, procurarán destruir su fe.—Joyas de los Testimonios 2:150 (1885). {EUD 125.6}
Vendrá una época cuando, debido a nuestra defensa de la verdad bíblica, seremos tratados como traidores.—Testimonies for the Church 6:394 (1900). {EUD 126.1}
Los que honran el sábado de la Biblia serán denunciados como enemigos de la ley y del orden, como quebrantadores de las restricciones morales de la sociedad, y por lo tanto causantes de anarquía y corrupción que atraen sobre la tierra los altos juicios de Dios. Sus escrúpulos de conciencia serán presentados como obstinación, terquedad y rebeldía contra la autoridad. Serán acusados de deslealtad hacia el gobierno.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 649 (1911). {EUD 126.2}
Todo el que en ese día malo quiera servir sin temor a Dios, de acuerdo con los dictados de su conciencia, necesitará valor, firmeza y conocimiento de Dios y de su Palabra; porque los que sean fieles a Dios serán perseguidos, sus motivos serán condenados, sus mejores esfuerzos serán desfigurados y sus nombres serán denigrados.—Los Hechos de los Apóstoles, 344 (1911). {EUD 126.3}
Todo tipo de persecución
Las persecuciones de los protestantes por parte del catolicismo, debido a las cuales la religión de Jesús fue casi aniquilada, serán más que imitadas cuando se unan el protestantismo y el papado.—Mensajes Selectos 3:442 (1889). {EUD 126.4}
Satanás tiene un millar de ataques disfrazados que serán lanzados contra el pueblo leal de Dios, que guarda los mandamientos, para obligarlos a violar su conciencia.—Carta 30a, 1892. {EUD 126.5}
No necesitamos sorprendernos de nada que ocurra ahora. No necesitamos maravillarnos de ningún suceso de horror. Los que pisotean bajo sus malvados pies la ley de Dios tienen el mismo espíritu que poseyeron los hombres que insultaron y traicionaron a Jesús. Sin ninguna contrición de conciencia harán las obras de su padre el diablo.—Mensajes Selectos 3:475-476 (1897). {EUD 126.6}
Aquellos que deseen refrescar su memoria y ser instruidos en la verdad, estudien la historia de la iglesia primitiva durante el día de Pentecostés y el tiempo que le siguió en forma inmediata. Estudien cuidadosamente en el libro de Hechos las experiencias de Pablo y de los otros apóstoles, porque el pueblo de Dios en nuestros días debe pasar por experiencias similares.—The Paulson Collection of Ellen G. White Letters, 118 (1907). {EUD 126.7}
Privados de todo apoyo terrenal
Muy pronto la riqueza acumulada no tendrá ningún valor. Cuando se promulgue el decreto que nadie podrá comprar ni vender excepto los que tengan la marca de la bestia, muchos recursos no tendrán ningún valor. Dios nos pide ahora que hagamos todo lo que podamos para amonestar al mundo.—The Review and Herald, 21 de marzo de 1878. {EUD 127.1}
Se acerca el tiempo en que no podremos vender a ningún precio. Pronto se promulgará el decreto que prohibirá a los hombres comprar o vender si no tienen la marca de la bestia. Hace poco esto estuvo a punto de ocurrir en California, pero fue solo una amenaza de que soplarían los cuatro vientos. Hasta el momento estos son retenidos por los cuatro ángeles. No estamos enteramente listos. Hay una obra que debe hacerse todavía, y entonces se les ordenará a los ángeles que los suelten, para que los cuatro vientos puedan soplar sobre la tierra.—Testimonies for the Church 5:152 (1882). {EUD 127.2}
En el último gran conflicto de la controversia con Satanás, los que sean leales a Dios se verán privados de todo apoyo terrenal. Porque se niegan a violar su ley en obediencia a las potencias terrenales, se les prohibirá comprar o vender.—El Deseado de Todas las Gentes, 97 (1898). {EUD 127.3}
Satanás dice: “[…] Por temor a que les falten el alimento y el vestido, se unirán al mundo en la transgresión de la ley de Dios. La tierra quedará completamente bajo mi dominio”.—La Historia de Profetas y Reyes, 136-137 (1914). {EUD 127.4}
Algunos serán encarcelados por su fe
Algunos serán encarcelados porque se negarán a profanar el día de reposo del Señor.—The Paulson Collection, 118 (1907). {EUD 127.5}
Cuando los defensores de la verdad se nieguen a honrar el domingo, unos serán echados en la cárcel, otros serán desterrados y otros aún tratados como esclavos. Ante la razón humana todo esto parece ahora imposible; pero a medida que el espíritu refrenador de Dios se retire de los hombres y estos sean dominados por Satanás, que aborrece los principios divinos, se verán cosas muy extrañas. Muy cruel puede ser el corazón humano cuando no está animado del temor y del amor de Dios.—Seguridad y Paz en el Conflicto de los Siglos, 666 (1911). {EUD 127.6}
Si somos llamados a sufrir por Cristo, seremos capaces de ir a la prisión confiando en él como un niñito confía en sus padres. Ahora es el momento de cultivar la fe en Dios.—Nuestra Elavada Vocacion, 359 (1892). {EUD 128.1}
Muchos serán ejecutados
Lo mejor que podemos hacer es estar en estrecha comunión con Dios, y si él quiere permitir que seamos mártires por causa de la verdad, esto puede ser el medio de traer a muchos otros a la verdad.—Mensajes Selectos 3:480 (1886). {EUD 128.2}
Muchos serán encarcelados, muchos, para salvar sus vidas, huirán tanto de las grandes ciudades como de las poblaciones pequeñas, y muchos serán mártires por causa de Cristo al permanecer firmes en favor de la verdad.—Mensajes Selectos 3:454 (1889). {EUD 128.3}
Tenemos delante de nosotros la perspectiva de una lucha larga, con riesgo de encarcelamiento, pérdida de bienes y aun de la vida misma, para defender la ley de Dios.—Joyas de los Testimonios 2:319 (1889). {EUD 128.4}
Se requerirá de los hombres que rindan obediencia a los edictos humanos en violación de la ley divina. Los que sean fieles a Dios y al deber serán amenazados, denunciados y proscritos. Serán traicionados por “padres, y hermanos y parientes, y amigos”, aun hasta la muerte.—La Historia de Profetas y Reyes, 431 (1914). {EUD 128.5}
No hemos de poseer el valor y la entereza de los mártires de antaño hasta que seamos colocados en la situación en que ellos se encontraron […]. Si retornaran los días de la persecución, habría gracia suficiente para despertar cada energía del alma que manifestase verdadero heroísmo.—Nuestra Elavada Vocacion, 127 (1889). {EUD 128.6}
Los discípulos no fueron dotados del valor y la fortaleza de los mártires hasta que necesitaron esa gracia.—El Deseado de Todas las Gentes, 321 (1898). {EUD 128.7}
Cómo permanecer firme bajo la persecución
Descubriremos que tendremos que desprendernos de todas las manos excepto de la de Jesucristo. Los amigos demostrarán su perfidia y nos traicionarán. Nuestros familiares, engañados por el enemigo y convencidos de que están sirviendo a Dios, nos harán frente y pondrán su máximo empeño para ponernos en situaciones difíciles con la esperanza de que reneguemos de nuestra fe. Pero podremos poner confiadamente nuestra mano en la de Cristo en medio de las tinieblas y el peligro.—¡Maranata: el Señor Viene!, 195 (1889). {EUD 129.1}
Los hombres podrán resistir firmes en el conflicto únicamente al estar enraizados y fundados en Cristo. Deben recibir la verdad como es en Jesús. Y solo pueden satisfacerse las necesidades del alma cuando la verdad es presentada de esa manera. El predicar de Cristo crucificado, Cristo nuestra justicia, es lo que satisface el hambre del alma. Cuando obtenemos el interés de la gente en esta gran verdad central, la fe, la esperanza y el valor vienen al corazón.—The General Conference Daily Bulletin, 28 de enero de 1893. {EUD 129.2}
Debido a su fe, muchos serán privados de su casa y de su herencia aquí, pero si le dan sus corazones a Cristo, recibiendo el mensaje de su gracia y descansando en [él,] su Sustituto y Garante, el mismo Hijo de Dios, todavía podrán ser llenos de gozo.—The Signs of the Times, 2 de junio de 1898. {EUD 129.3}
La persecución esparce al pueblo de Dios
A medida que en diferentes lugares se suscite enemistad contra los que observan el día de reposo del Señor, podría resultar necesario para el pueblo de Dios que se trasladen de esos lugares a otros, donde no enfrenten una oposición tan acérrima. {EUD 129.4}
Dios no les pide a sus hijos que permanezcan en un lugar donde, a causa de hombres impíos, su influencia se anule y sus vidas corran peligro. Cuando la libertad y la vida estén en peligro, no solo tenemos, el privilegio, sino el absoluto deber de ir a lugares donde la gente esté dispuesta a oír la Palabra de vida, y donde las oportunidades para predicar la Palabra sean más favorables.—Manuscrito 26, 1904. {EUD 129.5}
Pronto vendrá el tiempo cuando el pueblo de Dios, debido a la persecución, será esparcido en muchos países. Aquellos que hayan recibido una educación completa, estarán en situación ventajosa doquiera les toque estar.—Manuscript Releases 5:280 (1908). {EUD 130.1}
La persecución induce a la unidad entre el pueblo de Dios
Cuando la tormenta de la persecución realmente se desate sobre nosotros, las verdaderas ovejas oirán la voz del verdadero Pastor. Se harán esfuerzos abnegados para salvar a los perdidos, y muchos que se habían extraviado lejos del redil regresarán para seguir al gran Pastor. El pueblo de Dios se unirá y presentará al enemigo un frente unido. Ante el peligro común, cesará la lucha por la supremacía y no habrá disputas sobre quién debe ser considerado el mayor.—Testimonies for the Church 6:401 (1900). {EUD 130.2}
La crisis hace más llamativa la intervención de Dios
Ocasionalmente el Señor ha dado a conocer su manera de obrar [entre los hombres]. Le interesa lo que pasa en la tierra. Y cuando ha llegado una crisis, se ha manifestado y ha intervenido para obstaculizar el avance de los planes de Satanás. A menudo ha permitido que diferentes problemas de las naciones, las familias y los individuos lleguen a un punto crítico, para que su intervención sea llamativa. Entonces ha hecho saber que había un Dios en Israel que sostendría y vindicaría a su pueblo. {EUD 130.3}
Cuando el desafío a la ley de Jehová sea casi universal, cuando su pueblo sea afligido por sus semejantes, Dios intervendrá. Las oraciones fervientes de su pueblo serán contestadas, porque a él le deleita que su pueblo lo busque con todo su corazón y dependa de él como su Libertador.—The Review and Herald, 15 de junio de 1897. {EUD 130.4}
Se permitirá por un tiempo que los opresores triunfen sobre los que conocen los santos mandamientos de Dios […]. Hasta el final Dios le permitirá a Satanás que revele su carácter como mentiroso, acusador y homicida. De esta manera el triunfo final de su pueblo resulta más evidente, más glorioso, más pleno y completo.—Mensajes Selectos 3:473 (1904). {EUD 130.5}
La aflicción purifica al pueblo de Dios
Muy pronto el mundo entero estará atribulado. Cada cual debe tratar de conocer a Dios. No tenemos tiempo que perder […]. {EUD 131.1}
Dios ama a su iglesia con un amor infinito. Nunca deja de velar sobre su heredad. Solo permite las aflicciones que su iglesia necesita para su purificación, para su bien presente y eterno. Purificará su iglesia así como purificó el templo en el principio y al fin de su ministerio terrenal. Todas las pruebas que inflige a la iglesia tienen por objeto dar a su pueblo una piedad más profunda y una fuerza mayor para llevar los triunfos de la cruz en todas partes del mundo.—Joyas de los Testimonios 3:391-392 (1909). {EUD 131.2}
Las aflicciones, las cruces, las tentaciones, la adversidad y nuestras variadas pruebas, son los medios que emplea Dios para refinarnos, santificarnos y hacernos dignos de su alfolí celestial.—Joyas de los Testimonios 1:312 (1872). {EUD 131.3}
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