La Música, los Ángeles y los Hombres, ¿Un lenguaje Universal?
INTRODUCCIÓN.
Una de las preguntas que más he recibido y que más recibo en el programa que conduzco de lunes a viernes a través de la radio en Venezuela es esta: ¿hay orden musical en el cielo? Muchos apelan y dicen que “nadie ha escuchado la música del cielo, y que definitivamente no se sabe cómo es.” Pero, al leer la biblia y los testimonios, ¿tendremos alguna referencia que nos dé a entender como es el orden musical en el cielo?
I PARTE – EN LA BIBLIA
En la escritura hay pasajes donde claramente los ángeles cantaron o tocaron instrumentos musicales y fueron oídos por seres humanos. En los días del nacimiento de Jesús, el doctor Lucas escribe lo siguiente:
Lucas 2:13 Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales, que alababan a Dios, y decían: 14 ¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! 15 Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado.
Este pasaje claramente indica que los Ángeles “alababan a Dios y decían”. Es interesante notar lo que dice el Comentario Bíblico Adventista al respecto: “El plan de Dios se originó con Dios y es apropiado que tanto los ángeles como los hombres le atribuyan gloria y loor. En este cántico de los ángeles hay un equilibrio poético entre “gloria” y “paz”, entre “Dios” y “hombres”, entre “alturas” y “tierra”. El plan de salvación reconcilia a Dios con los hombres dando paz a los hombres y gloria a Dios. Sólo puede haber paz cuando la voluntad de Dios se hace tanto en la tierra como en el cielo (Mat. 6: 10).”
Sin duda, los pastores que estaban velando en el cuidado de sus ovejas, tuvieron la bendición de escuchar a los coros celestiales entonar sus maravillosos cánticos, pero lo que más me impresiona, es que los pastores lograron entender y reconocer este canto, no fue una música que sus oídos y mente no pudieran interpretar, más bien, fue música clara y digerible, que unida con la gloria de estos seres santos, crearon un ambiente único en un momento histórico.
Elena de White confirma el cántico pronunciado por los Ángeles: La Temperancia, p 252: “Cuando Cristo vino a nuestro mundo como un nene en Belén, los ángeles cantaron: “¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!” “El ángel les dijo: No temáis porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: que os ha nacido hoy en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor.”
No hubo ningún tipo de perplejidad en los pastorcitos de Belén. No hay registro bíblico que indique que ellos no entendieron el orden musical o las escalas utilizadas, o que la forma musical era inentendible.
Es evidente que la música entonada por los Ángeles, aunque perfecta y pura, resonó en los oídos de los pastores de Belén con claridad y nitidez. Fue música celestial, con un mensaje poderoso que encendió sus corazones de esperanza.
Hoy día, uno de los argumentos más usados para dar pie a la música contemporánea en el culto de la Iglesia o utilizar música común en momentos de adoración es este: “Nadie ha oído la música del cielo, así que no sabemos cómo es”, pero este argumento es totalmente falso.
Otro mortal que fue capaz de escuchar los cantos de los Ángeles fue Juan el Discípulo amado quien recibió esta visión cerca del año 90 después de Cristo:
Apocalipsis 5:11 NVI Luego miré, y oí la voz de muchos ángeles que estaban alrededor del trono, de los seres vivientes y de los ancianos. El número de ellos era millares de millares y millones de millones. 12 Cantaban con todas sus fuerzas: ¡Digno es el Cordero, que ha sido sacrificado, de recibir el poder, la riqueza y la sabiduría, la fortaleza y la honra, la gloria y la alabanza! 13 Y oí a cuanta criatura hay en el cielo, y en la tierra, y debajo de la tierra y en el mar, a todos en la creación, que cantaban: ¡Al que está sentado en el trono y al Cordero, sean la alabanza y la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos!
Juan es otro de los testigos que oyó el cántico de los Ángeles en el mismo cielo estando en visión. Me impresiona mucho, el notar que en ningún momento Juan se sorprendió o se confundió al escuchar la música celestial. Para Juan esta música era clara, eran alabanzas dirigidas a DIOS, expresadas en cantos de júbilo y sonido de instrumentos musicales con acordes sublimes.
II PARTE – ELENA DE WHITE
Uno de los casos más actuales e interesantes es el de la Sra. Elena G. de White profeta de DIOS. En varias visiones, Elena relata haber escuchado la música y el canto de los Ángeles, y haber visto el orden musical en el cielo:
Testimonios, tomo 1, pág. 146. Año 1857) “Se me ha mostrado el orden, el perfecto orden, en el cielo y he quedado extasiada escuchando la música perfecta de ese lugar. Después de salir de la visión, el canto de aquí me ha parecido muy áspero y discordante [Sin Armonía]. He visto compañías de ángeles ubicados en una plaza baja, cada uno con un arpa de oro. . . Hay un ángel que siempre conduce, que siempre toca primero el arpa y da la nota, y luego todos se unen en la exquisita y perfecta música del cielo.”
Es impresionante notar como la Sierva del Señor dice haber quedado “Extasiada” al escuchar la música celestial. Querido lector note que en ningún momento Elena de White quedó perpleja al escuchar la música Celestial.
Hoy día uno de los argumentos que es más usado por muchos que quieren echar por tierra los principios que presenta la escritura y los testimonios, es alegar: “nadie ha escuchado la música celestial”, pues aquí tenemos varios testigos que si escucharon y que nos cuentan lo que oyeron.
La sierva del Señor hasta compara la música terrenal con la celestial: “Después de salir de la visión, el canto de aquí me ha parecido muy áspero y discordante [Sin Armonía].”
Es lógico ahora entender, porque Elena hace esta exhortación en otro de sus escritos: (Patriarcas y Profetas Pág. 645) “La música forma parte del culto tributado a Dios en los atrios celestiales, y en nuestros cánticos de alabanza debiéramos procurar aproximarnos tanto como sea posible a la armonía de los coros celestiales.”
La hermana White nos invita a imitar el orden del cielo. La biblia y los testimonios arrojan principios claros para lograr esa meta. Los profetas escucharon la música celestial y la describen.
“La música para el culto debe tener belleza, majestad y poder.” (Joyas de los testimonios, t. 1, p. 458).
También es interesante notar que cuando el hombre hace música respetando los principios divinos, y presenta su alabanza con un corazón lleno de gratitud y amor, los mismos ángeles se unen a la interpretación:
El Evangelismo p, 368 “No hay palabras que puedan expresar debidamente la profunda bendición del culto genuino. Cuando los seres humanos cantan con el Espíritu y el entendimiento, los músicos celestiales toman las melodías y se unen al canto de agradecimiento.”
III PARTE: La Música, los Ángeles y los Hombres, ¿Un lenguaje Universal?
Hay claras evidencias que indican que la música no solo posee un efecto poderoso sobre el hombre, sino también sobre los ángeles de Dios y de Satanás. Esto nos indica que la música posee un lenguaje que es Universal.
Un caso emblemático es el de David y Saúl:
I Samuel 16: 23 “Y cuando el espíritu malo de parte de Dios venía sobre Saúl, David tomaba el arpa y tocaba con su mano; y Saúl tenía alivio y estaba mejor, y el espíritu malo se apartaba de él.”
Es interesante notar que la música de David no solo tenía efecto sobre Saúl, sino sobre “los espíritus malos.”
Sobre una reunión Juvenil que se hizo en sus días la Sra. White expreso:
Mensajes para los Jóvenes, p 293: “Los ángeles andan alrededor de aquella morada. En ella se celebra una reunión de jóvenes; se oye el sonido de música instrumental y vocal. Hay cristianos allí reunidos, pero ¿qué es lo que se oye? Es un canto, una frívola cantinela, propia de un salón de baile. He aquí, los ángeles puros retraen su luz, y la oscuridad envuelve a los que están en la casa. Los ángeles se apartan de la escena. Sus rostros están tristes. He aquí que lloran. Vi repetirse esto varias veces en las filas de los observadores del sábado, y especialmente en —. La música ha ocupado las horas que debían ser dedicadas a la oración. La música es el ídolo adorado por muchos cristianos profesos observadores del sábado.”
Sin duda la música tiene poder sobre los seres humanos y sobre los Ángeles. La música contiene un lenguaje universal increíble, en el cielo uniremos nuestras voces con el universo para alabar al Señor por la eternidad.
Dios te bendiga.
Oliver Coronado S.
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