Música religiosa transformada en una trampa de Satanás
[…] El Señor me ha mostrado que volverían a ocurrir [cosas extrañas que habían sucedido en Indiana] justamente antes de la terminación del tiempo de gracia. Se manifestarán toda clase de cosas extrañas. Habrá vocerío acompañado de tambores, música y danza. El juicio de los seres racionales quedará confundido de tal manera, que no podrán confiar en él para realizar decisiones correctas. Y a esto consideran como la actuación del Espíritu Santo. El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma.—Mensajes Selectos 2:41.
La música de la reunión campestre de Indiana en 1900 descrita por testigos oculares
Su impacto casi abrumador
Hay un gran poder que acompaña al movimiento [de la Carne Santa]* que se promueve allí. Atraería casi a cualquiera dentro de su esfera de influencia, si concienzudamente se sientan a escuchar con el menor grado de aprobación, debido a la música que se ejecuta en la ceremonia. Tienen un órgano, un contrabajo, tres violines, dos flautas, tres panderetas, tres cornos y un gran tambor, y tal vez otros instrumentos que no he mencionado. Están tan entrenados musicalmente como cualquier coro del Ejército de Salvación que se haya escuchado alguna vez. De hecho, su esfuerzo de reavivamiento es simplemente una copia del método utilizado por el Ejército de Salvación, y cuando llegan a una nota aguda no se puede oír una palabra de lo que canta la congregación, ni oír nada a no ser los gritos de aquellos que están medio dementes. Luego de un llamado para acercarse al frente para orar, algunos de los líderes siempre venían al frente para incentivar a que otros se adelantaran; entonces comenzaban a tocar los instrumentos musicales, hasta que uno ya no podía pensar con claridad; y, bajo la excitación de estos acordes, consiguen que una gran proporción de la congregación pase al frente una y otra vez (Informe de S. N. Haskell, a E. G. de White, septiembre 25, 1900).
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